lunes, 29 de octubre de 2012

DesCORCHAR una botella

¿Por qué hay algunas botellas que tienen corcho, otras que tienen “corcho” de plástico (tapón sintético) y otros que tienen simplemente una tapa rosca? Y, más allá del por qué, ¿cuáles son sus ventajas y debilidades?
El corcho natural tiene la capacidad de impedir, flexiblemente, que el vino salga de la botella pero permitiendo el ingreso de oxígeno a través de sus poros microscópicos, que produce el avinagramiento o una molécula que produce un indeseable sabor a corcho. Esto desemboca en una evolución diferente del vino frente a otros métodos. Sus ventajas son la flexibilidad, impermeabilidad y larga duración. El almacenamiento de botellas con corcho implica una inclinación para evitar la sequedad del corcho, dilatando su porosidad y permitiendo el ingreso de ambos males. El tratar de sustituirlo es unicamente un tema de costo para los bodegueros, que sacando los numeros anuales, obtienen un poco mas de margen en sus utilidades.
Claro que el tapón sintético está libre del sabor a corcho y no requiere de la inclinación para el almacenamiento. Pero sí puede ser culpable de un desagradable sabor a plástico en el vino o de excesiva oxigenación por sus gruesos poros, que aporten a una oxidación veloz que dañe la bebida.
La tapa rosca es cómoda: fácil de abrir y sin necesidad de saca corchos.

A mi gusto, desde una perspectiva de consumidor y sin conocimientos técnicos sobre el almacenamiento del vino, desde un lado conservador, disfruto de usar la navaja del sacacorchos,  jalar el corcho, olerlo, tocar su humedad, guardarlo y coleccionarlo. Las tapas roscas pueden resultar util para algun vino blanco de poco lujo, y los tapones de plástico me dan la sensación de vino ordinario.

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